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Un grupo de estudiantes de ingeniería civil en la Universidad de Cape Town, en Sudáfrica, hicieron realidad una gran idea para ayudar a nuestro planeta.

“Para esta demostración, tomamos algo que se consideraba como un desperdicio y creamos varios productos a partir de con eso. Se puede utilizar el mismo proceso para reciclar cualquier flujo de residuos. Se trata de repensar las cosas y usarlas a nuestro favor”. Dijo el Doctor Dyllon Randall, quien supervisó el proyecto.

El ladrillo, que ha sido clasificado como el primero en la historia creado con orina humana, requiere de por lo menos 30 litros de agua de riñón para poder elaborarlo.

Por otro lado, la orina que no se utilice para crear ladrillos podría aprovecharse como un fertilizante, de modo que nada se desperdicie. Además, los Bio-bricks no necesitan hornos tan grandes y sofisticados para su producción, a diferencia de los ladrillos que conocemos actualmente en el mercado. Esto significa que disminuirían las emisiones de dióxido de carbono y, por consecuencia, menos cambios de temperatura a causa del efecto invernadero.

En la actualidad mundial la contaminación y el cambio climático amenazan con acabar con todo lo que conocemos, algunos seres humanos se esfuerzan diariamente para reconstruir el ambiente que nos rodea de una forma positiva.

El  Bio-brick, está formado a base de arena, algunas bacterias y la orina de personas. El objetivo del equipo de estudiantes de ingeniería civil en la Universidad de Cape Town, en Sudáfrica, era crear materiales de construcción que fueran más amistosos con el ecosistema.

Estas y otras innovaciones ahora son posibles en Pharmamedic.

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