El vértigo es una sensación ficticia, generalmente de tipo rotatorio, de desplazamiento del cuerpo o de los objetos situados a su alrededor. Debe diferenciarse del mareo, que consiste en una sensación de inseguridad e inestabilidad, algo parecido a la ebriedad, mientras que el vértigo provoca en el paciente una impresión de movimiento o giro, que puede ser pasajera, durar horas o incluso días. Dicho de otra forma, es una ilusión de movimiento, bien de uno mismo en el entorno, bien del entorno con respecto a uno mismo.

El vértigo se asocia con una alteración, ya sea permanente o transitoria, del equilibrio.

Puede presentarse a cualquier edad, aunque predomina entre los 40 y los 60 años y es más frecuente en mujeres. El vértigo está causado por la recepción de mensajes erróneos o la interpretación equivocada de señales a nivel del cerebro.

Existen muchas razones por las cuales se produce el vértigo; actualmente se han descrito hasta 305 causas. En muchos casos el vértigo se acompaña de nistagmos, que consiste en un movimiento involuntario y espasmódico de los ojos, que puede ser horizontal, vertical o rotatorio, y puede afectar a un solo ojo o a ambos. Es un dato clave a la hora de diferenciar el vértigo periférico del vértigo central. Ambos pueden expresarse de manera similar, aunque algunos signos como este son diferenciadores.

Vértigo periférico

  • Anomalías e infecciones del oído. Habitualmente es el tipo de vértigo más común, con inflamaciones del laberinto del oído interno o al nervio vestibular.
  • Otro tipo muy frecuente es el denominado vértigo paroxístico benigno, donde existirían pequeños micro cristales en el líquido del oído interno, manifestándose en determinados movimientos de la cabeza o al tumbarse.
  • Existen igualmente cuadros vertiginosos que suceden después de traumatismos craneales, que pueden deberse a daños en las estructuras del laberinto, o por sangrados de dicha localización a consecuencia del golpe.
  • Algunos fármacos pueden provocar también vértigos por toxicidad directa en las estructuras del oído interno.

Vértigo central

  • En este grupo debemos destacar tumores que se localizan en la fosa posterior del encéfalo, en el cerebelo, y que alteran el sistema del equilibrio desde esta localización.

También aquellos acontecimientos patológicos que afecten a esta zona como los ictus cerebelos  o las hemorragias ha dicho nivel.

  • Para aliviar la sintomatología vertiginosa se recomienda emplear, siempre bajo consejo y control del médico, algunos  fármacos. Ante casos que no responden al tratamiento habitual, cuando los síntomas son graves y la vida diaria del paciente se ve limitada, se recurre al tratamiento quirúrgico.