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Para tener unas piernas bien torneadas y tonificadas hay que trabajar todo el año.

Por lo tanto,  hay que programar antes de empezar a cuidarnos de manera tan precipitada porque nuestra salud será la principal perjudicada y, al final, el temido efecto rebote hará que estemos peor. Así que ponte en forma con los ejercicios y consejos que encontrarás a continuación.

  • Unos hábitos de vida saludable son el primer paso para conseguir unas piernas perfectas. Alimentación sana y equilibrada, eliminación de los tóxicos (tabaco, alcohol, café, etc.) y ejercicio físico no pueden faltar en un plan en el que también es muy interesante añadir masajes ascendentes con cremas frías.
  • Si se trabaja muchas horas de pie, mantener los pies en alto por encima del corazón para favorecer el retorno sanguíneo, no usar zapatos de tacón excesivamente alto, duchas con chorros fríos desde los tobillos hasta las ingles y otras acciones similares.
  • Ve andando o en bici al trabajo. Camina todo lo que puedas.
  • Bebe al menos dos litros de agua diariamente.
  • Sube y bajas las escaleras siempre que puedas, ya que aumenta la fuerza muscular.
  • Colócate de pie con las piernas juntas, las manos en la cintura y la espalda recta. Adelanta el pie derecho y flexiona la pierna derecha poco a poco de tal manera que vayas bajando hasta formar un ángulo de 90 grados. Mantén unos pocos segundos esta posición y vuelve a la inicial. Haz lo mismo con la otra pierna.
  • Para realizar la famosa sentadilla hay que abrir las piernas un poco más que lo que marcan los hombros. Con la espalda recta hay que ir doblando las piernas poco a poco hasta que queden en paralelo con el suelo. Subir lentamente sin llegar a estirar las piernas por completo y repetir hasta completar la tabla.
  • Túmbate en el suelo boca arriba con las rodillas flexionadas y los brazos estirados a lo largo del cuerpo. Contrae el abdomen y los glúteos y eleva la pelvis hasta conseguir formar una línea recta con tu cuerpo desde las rodillas hasta el cuello. Vuelve lentamente a la posición inicial y repite.
  • Colócate de pie con las piernas separadas a la altura de los hombros y las rodillas ligerísimamente flexionadas. Ponte de puntillas y vuelve despacio a la posición inicial.
  • Túmbate boca arriba en el suelo y coloca las piernas sobre una mesita, silla, cama. De tal manera que estén en alto pero que puedas mover bien los pies. Estira el pie de tal manera que los dedos traten de señalar la dirección contraria a donde está tu cabeza. A continuación haz exactamente lo contrario: intenta que tus dedos señalen tu cabeza.
  • Aunque no hay ningún ejercicio estrella que vaya a generar unas piernas de infarto, sí que hay ciertas actividades que pueden ayudar a mejorar nuestra fuerza de contracción muscular y, de esta manera, tolerar mejor el ejercicio aeróbico (andar, correr, nadar, montar en bicicleta) tan recomendado para tanto perder calorías como para mantener el tren inferior en movimiento.

Vive una vida saludable con Pharmamedic.

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