Como termómetro de la salud de una moneda, las mejores economías del mundo muestran una tasa de inflación anual por debajo del 1,5%. En términos económicos, cuanto más cerca de la inflación cero, más fiable es una moneda, porque no fluctúa significativamente. Pero en países cuyas economías no están muy desarrolladas, muchos en América Latina y África, por ejemplo, la inflación fácilmente puede llegar a 10 dígitos. Zimbabwe en 2008, por ejemplo, sufrió de hiperinflación. La inflación erosiona el poder adquisitivo de una moneda en comparación con las monedas estables, y empuja a la población a buscar alternativas para preservar su riqueza.

Las razones que llevan a un país a enfrentar la inflación son diversas y varían de un lugar a otro. Lo mismo ocurre con la deflación, recientemente experimentada por Japón. La gente acumula su dinero, en lugar de gastarlo, causando un efecto dominó en la economía. Los precios caen, los trabajos se pierden y los negocios cierran.

Dada la alta volatilidad de Bitcoin por ejemplo, puede ser difícil entender cómo esta nueva moneda de Internet puede actuar como un buen mecanismo de reserva de valores. Sin embargo, comparando la tasa de fluctuación de precios de bitcoin con algunas monedas de países subdesarrollados, bitcoin se convierte en una alternativa interesante.

A diferencia de las monedas tradicionales, y especialmente el dólar de EE.UU., bitcoin no puede ser emitido a placer de una entidad monetaria. Sigue las reglas que están escritas en su protocolo y muy transparente, todo el mundo sabe cuántos bitcoin están en circulación y cuántos entrarán en circulación con el tiempo. Así, la situación reciente es totalmente descartada, como cuando el banco de la Reserva Federal de Estados Unidos decidió emitir billones y trillones de dólares para impulsar la economía estadounidense durante la crisis financiera de 2008, devaluando su moneda. Lo mismo sucedió con la Unión Europea durante el mismo período. La emisión de más monedas hace que el dinero pierda valor.

Además, los países con fuertes controles de capital, como China y Rusia, son presa fácil de la tecnología bitcoin, ya que desde el momento de comprar la moneda digital es posible enviarla a cualquier parte del mundo en pocos minutos.

Y esto es exactamente el mismo caso de iCashweb.

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