Actualmente existe una prueba clínica que se ingiere y envía por wifi los resultados al médico. Esta cápsula combina una mezcla de células vivas y componentes electrónicos de muy baja potencia. No está hecha a partir de síntesis química, como los fármacos al uso. Tampoco tiene el objetivo de tratar ninguna enfermedad. Se trata de una apasionante mezcla de sensores hechos con células vivas y componentes electrónicos de muy baja potencia cuya misión es detectar trastornos digestivos, tales como hemorragias en el estómago.

De momento, este chip electrónico diseñado para ser ingerido sólo se ha probado en cerdos, pero los resultados son muy prometedores. En palabras de Mark Mimee, uno de los creadores del sensor, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en EEUU, “el objetivo era detectar evento hemorrágico simplemente ingiriendo la cápsula”.

Estas y otras innovaciones ahora son posibles en Pharmamedic.