Se trata de un dispositivo creado por el departamento de ingeniería biomédica de la Universidad estatal de Carolina del Norte para sustituir las inyecciones de insulina. Se usan casi siempre en el cuerpo con una banda, cinturón, bolsa o gancho.

Ahora, algunos modelos son inalámbricos. Algunas bombas se pueden conectar o se comunican con un sensor de glucosa para monitorear los niveles de glucosa en sangre (medidor continuo de glucosa o MCG). Esto le permite a usted (o en algunos casos a la bomba) detener la liberación de insulina si la glucosa en sangre se está volviendo muy baja.

Muchas bombas ahora se comunican de forma inalámbrica con medidores continuos de glucosa (MCG). Algunas cuentan con un “auto” modo que cambia la dosis basal basado en si su nivel de azúcar en sangre está aumentando o disminuyendo. (Esto se denomina algunas veces como un sistema de “circuito cerrado”.

Su funcionamiento es muy simple: el parche adhesivo analiza el nivel de azúcar en la sangre y cuenta con una cantidad de insulina suficiente para ser administrada al paciente mediante pequeñas agujas en el momento en que los niveles varían. En el momento en que la glucosa desciende cesa el suministro de insulina.

El parche de insulina puede usarse en el abdomen hasta por tres días. Cubre tus necesidades de insulina en los bolos de comida, así como en dosis de corrección. Cada vez que se presionan los botones, se administran dos unidades de insulina de acción rápida.

El sensor es un parche que queda implantando en el brazo del usuario durante 14 días y el paciente puede visualizar en todo momento los datos en tiempo real al aproximar al parche un lector o un teléfono adaptado. Se aplica en la parte posterior superior del brazo y recolecta las lecturas de glucosa durante el día y la noche. El sensor es resistente al agua y puede usarse para bañarse, nadar o hacer ejercicio.

El sensor para medir la glucemia viene en un parche que se coloca en el brazo, y con pasar el teléfono móvil por encima es suficiente para medir el nivel de glucosa.

Las dosis de insulina son de tres tipos:

  • Dosis basal: Esta es la mayor ventaja de las bombas sobre la insulina inyectada porque usted puede modificar la cantidad de insulina que está recibiendo en momentos diferentes del día.
  • Dosis de bolo: La mayoría de las bombas tienen un “asistente de bolo” para ayudar a calcular la dosis del bolo basado en su nivel de glucosa en sangre y la comida (gramos de carbohidratos) que está consumiendo.
  • Una corrección o una dosis suplementaria según sea necesario: Se puede programar la cantidad de una dosis de acuerdo con sus niveles de azúcar en sangre en diferentes momentos del día.

Los beneficios: No inyectarse insulina, es más discreta que inyectarse insulina con una jeringa, se pueden liberar fracciones de unidades, se lleva  un control más estricto de la glucosa en sangre, puede resultar en un A1C mejorado, hay menos episodios de hipoglucemia, es más flexibilidad con su dieta y ejercicio.

La terapia con bomba de insulina es un método cada vez más popular de terapia de reemplazo de insulina.

Algunas desventajas: Mayor riesgo de aumento de peso, riesgo de infección o irritación de la piel en el sitio de la aplicación, el uso de la bomba hace obvio para otras personas que usted tiene diabetes, tener que revisar sus niveles de azúcar en sangre varias veces al día y contar los carbohidratos y es más costoso que aplicarse la insulina en inyecciones, entre otros.

https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000963.htm

https://dtc.ucsf.edu/es/tipos-de-diabetes/diabetes-tipo-1/tratamiento-de-la-diabetes-tipo-1/medicamentos-y-terapias/terapia-con-bomba-de-insulina-para-diabetes-tipo-1/