La rinitis es un trastorno que afecta a la mucosa nasal y se caracteriza por un incremento de las secreciones nasales con un goteo constante, congestión, picor, lagrimeo y estornudos reiterados, e incluso pérdida del sentido del olfato.

Puede tratarse de rinitis aguda cuando es de corta duración, o crónica si es de larga duración.

La rinitis en sí no es un padecimiento grave, pero en los casos crónicos puede afectar a la calidad de vida y complicarse en algunos de ellos hacia problemas respiratorios. Se pueden dividir en rinitis alérgicas y no alérgicas.

Rinitis alérgicas: Puede ser pasajera, ya que se debe a una reacción inmunológica del organismo frente a la presencia de determinadas sustancias y con la época de floración de ciertas especies como las gramíneas, el olivo o las cupresáceas, que son las causantes de las alergias.

Rinitis no alérgicas:

  • La rinitis hormonal se produce a consecuencia de variaciones de los niveles plasmáticos de ciertas hormonas, y por ello es muy frecuente durante el embarazo.
  • La rinitis atrófica es de origen desconocido que se produce a consecuencia de una atrofia de la mucosa nasal, que se encuentra adelgazada y endurecida y presenta alteraciones en la permeabilidad. Este trastorno hace que se formen costras dentro de la nariz y esta desprenda mal olor. El afectado pierde el sentido del olfato y puede tener hemorragias nasales frecuentes.
  • La rinitis vasomotora también tiene un carácter crónico, y se caracteriza por una dilatación de los vasos sanguíneos de la membrana mucosa de la nariz, que provoca goteo nasal acompañado de estornudos. Debido a los cambios de temperatura, el humo del tabaco, los olores fuertes y la humedad, así como los ambientes muy secos.

Se recomienda lavar las fosas nasales con una solución salina de agua de mar hipertónica para tratar la rinitis es muy favorable y se puede hacer varias veces al día, ya que no tiene efectos adversos sobre la salud del paciente, por lo que hasta las mujeres embarazadas pueden hacerlo.