Una nueva investigación sugiere que la prevalencia de infección tiene vínculos con el desarrollo de algunos tipos de cáncer.

Un nuevo estudio ha sugerido que antes de desarrollar algunas formas de cáncer, las personas experimentaron mayores tasas de enfermedades infecciosas, como la gripe y la neumonía.

El estudio, publicado en la revista Cancer Immunology Research , podría ayudar a desarrollar métodos de diagnóstico para detectar cánceres.

Inflamación y cáncer

Investigaciones previas han indicado que existe un vínculo entre inmunidad, inflamación y cáncer.

La inflamación puede promover el desarrollo de cánceres. Esto puede comprometer el sistema inmunitario de una persona, lo que a su vez puede aumentar la inflamación.

El Dr. Shinako Inaida, investigador visitante en la Escuela de Graduados de Medicina de la Universidad de Kyoto en Japón y el autor correspondiente del estudio, explica. “El cáncer puede desarrollarse en un ambiente inflamatorio causado por infecciones, interrupción de la inmunidad, exposición a carcinógenos químicos o afecciones crónicas o genéticas.

Vínculo entre las tasas de infección y el cáncer.

El grupo de casos experimentó tasas de infección significativamente más altas que el grupo de control en los 6 años anteriores al diagnóstico de cáncer.

Los miembros del grupo de casos experimentaron tasas más altas de infección en el año anterior a su diagnóstico de cáncer que los del grupo de control. Durante este año, el grupo de casos experimentó una infección de influenza 18% mayor, 46.1% de gastroenteritis, 232.1% de hepatitis y 135.9% de neumonía que el grupo control.

Los autores también notaron que había una relación entre diferentes infecciones y diferentes tipos de cáncer.

Por ejemplo, las personas que desarrollaron cánceres de células germinales masculinas tenían más probabilidades de haber experimentado influenza. Las personas que desarrollaron cáncer de estómago tenían más probabilidades de haber tenido neumonía, y las personas que desarrollaron cánceres de sangre o de huesos tenían más probabilidades de tener hepatitis.

Sin embargo, como señala el Dr. Inaida, “[interesante], encontramos que la infección que afecta a un órgano específico no se correlaciona necesariamente con un mayor riesgo de cáncer en el mismo órgano”.

Los datos proporcionaron información limitada sobre condiciones genéticas y médicas subyacentes, así como exposiciones ambientales y diferentes estilos de vida. Estos pueden haber afectado las posibilidades de infección y desarrollar cáncer.

No obstante, al aclarar una asociación entre infecciones, inflamación, inmunidad y el desarrollo de cánceres, la investigación futura puede analizar con más detalle los mecanismos precisos que rigen estas relaciones.