Dos revisiones recientes a gran escala han concluido que aumentar la ingesta de omega-3 puede aumentar ligeramente el riesgo de cáncer de próstata. Sin embargo, una ligera reducción en el riesgo cardiovascular compensa este efecto.

Los ácidos grasos Omega-3 son ácidos grasos poliinsaturados (AGPI), que se encuentran ampliamente en la naturaleza. Uno de estos ácidos grasos, llamado ácido alfa-linolénico (ALA), es una “grasa esencial”. Nuestros cuerpos necesitan ALA para funcionar.

Muchas personas creen que el omega-3, que está disponible sin receta como un suplemento, puede evitar una multitud de afecciones crónicas, como enfermedades cardiovasculares y cáncer.

Pequeños efectos

Para poner estos hallazgos en perspectiva, los autores de la revisión del cáncer explican que si 1,000 hombres aumentaran su ingesta de omega-3, daría lugar a tres casos adicionales de cáncer de próstata.

Por el contrario, si 1,000 personas aumentaran su consumo de omega-3, tres evitarían la muerte por enfermedad coronaria, seis evitarían un evento de enfermedad coronaria y uno evitaría la arritmia.

Tomados en conjunto, los resultados refutan la noción de que omega-3 es una panacea. En cuanto a las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, tiene poca influencia.

Las revisiones de cáncer y cardiovasculares son parte de una serie de revisiones realizadas por el mismo grupo de investigadores.

El autor principal, el Dr. Lee Hooper, de la Escuela de Medicina Norwich de la Universidad de East Anglia, en el Reino Unido, explica algunos de sus hallazgos anteriores:

“Nuestra investigación anterior ha demostrado que los suplementos de omega-3 de cadena larga, incluidos los aceites de pescado, no protegen contra afecciones como ansiedad, depresión, derrame cerebral, diabetes o muerte”.

Vale la pena señalar que, si un médico ha recomendado el aceite de pescado, es mejor hablar de esto con ellos antes de realizar cualquier cambio.

Concluye: “Teniendo en cuenta las preocupaciones ambientales sobre la pesca industrial y el impacto que está teniendo en las poblaciones de peces y la contaminación plástica en los océanos, parece inútil continuar tomando tabletas de aceite de pescado que dan poco o ningún beneficio”.