El cáncer de tiroides está asociado con varias afecciones hereditarias. Ciertos cambios en el ADN de una persona pueden causar que las células de la tiroides se hagan cancerosas. El cáncer de tiroides es una enfermedad por la que se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos de la glándula tiroidea. Aunque los nódulos tiroideos son comunes, en general, no son cancerosos. La edad, el sexo y estar expuesto a la radiación afectan el riesgo de cáncer de tiroides.

El tipo de tratamiento que su medicó recomendará depende del tipo y la etapa del cáncer, así como de su estado de salud general.

El tratamiento después de la cirugía depende de la etapa del cáncer.

El tratamiento con yodo radiactivo se usa algunas veces después de la tiroidectomía para cánceres en etapa inicial (T1 o T2, N0, M0), aunque la tasa de curación con cirugía sola es excelente.

El objetivo es destruir cualquier tejido del tiroides remanente e intentar tratar  cualquier cáncer remanente en el cuerpo.

Los efectos secundarios a corto plazo del tratamiento con RAI pueden incluir: Hinchazón y dolor al palpar el cuello. Náuseas y vómitos. Hinchazón y dolor en las glándulas salivales.

La terapia de yodo radioactivo es un tratamiento de medicina nuclear para una tiroides hiperactiva (una condición denominada hipertiroidismo) y también se puede utilizar para tratar el cáncer de tiroides.

La dosis total de radioterapia externa normalmente se divide en dosis menores denominadas fracciones. La mayoría de los pacientes recibe tratamientos de radiación diariamente, 5 días a la semana (de lunes a viernes) durante 5 a 8 semanas. Los recesos de fin de semana permiten que las células normales se recuperen.

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